Si en nuestra vida todo tiene sus límites,
Y cualquier fluido se deforma sin su contenedor.
Y bebemos mejor cuando hay un vaso,
Comemos mejor cuando hay un plato,
Amamos mejor cuando hay respeto,
Y educamos mejor cuando sabemos aguantar nuestras
iras.
Deberemos enseñar a nuestros hijos lo mejor, es decir:
A aguantar sus iras, sin esperar a que de mayores
sean inaguantables.
A respetarnos, dentro de los límites y el estilo
con que nosotros vivimos.
A comer en su plato y beber en su vaso.
A pesar de que limitarles a veces nos resulte frustrante, y prefiriéramos
estar siempre jugando con ellos, si les deseamos el mejor de los futuros tal
vez no nos quede otro remedio.
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