La educación es como una barca, en la que padres y profesores deben remar en la misma dirección para llegar a buen puerto. ¿Qué ocurriría si cada uno marcase un rumbo diferente? Lo mínimo sería que el niño acabaría mareado, si no en el agua y con un gran miedo, sin saber qué ha ocurrido, para que aquellos en quienes confían lo hayan llevado a eso.
"Si planificas por un año siembra trigo, si planificas por una década planta árboles, si planificas por una vida educa niños"
La educación es una vocación, uno no dedica ratos perdidos a la educación, primero porque ningún rato que se dedique a educar será perdido, segundo porque es algo que te arrastra y te llena la vida, no sólo cuando es tu profesión, sino cada vez que aprecias un pequeño avance en aquellos con los que te has implicado. En la casa de una maestra es uno de los temas fundamentales a todas las horas del día, toda la familia acaba implicada en colorear o buscar dibujos o inventar bailes, no , no es un pedacito de nuestra vida, es una enorme parte de ella, por eso se nos parte el alma, cuando no se sabe apreciar.
No hay profesión más incomprendida que la de maestra de infantil, incluso dentro del magisterio, pero no hay otra mejor, y de ello estoy convencida, sólo los pequeños son capaces de alegrarte cuando estás triste y de hacerte reír, cuando llegabas a clase con el alma rota.
Nadie podrá quitarle a una maestra de infantil sus mil vivencias y el tener que salir a contarle a una compañera la última monería de uno de nuestros niños, por que son nuestros niños, aunque sus padres todavía no lo sepan.
Jamás dejéis de
educar a vuestros hijos, pero no perdáis de vista que sea una educación verdadera, no un barniz que les haga parecer educados, ni una pila de conocimientos.
Se le atribuye a Napoleón la frase de que la educación de un niño comienza 20 años antes, con la educación de sus padres. No perdamos tiempo, no sólo estamos educando a estos niños, sino a otras generaciones.
