A las personas ajenas a estas edades les resulta extraño lo insistentes que somos los maestros con lo que llamamos la rutinas y que muchos no saben a qué nos referimos en concreto.
Pues bien, las rutinas son las actividades que se realizan diariamente y de forma permanente, es decir, son su "horario". Los niños tienen dificultad para situarse en el tiempo y nosotros les damos esas actividades diarias para que ellos poco a poco las vayan haciendo suyas y les ayuden a saber lo que va a suceder.
Dichas actividades están pensadas de forma que respeten sus necesidades básicas: hay momentos de trabajo, de juego, de relajación...
Lo más importante es que al niño le dan seguridad, al facilitarle las consignas que le indican que termina una actividad y cuál es la que va a comenzar, pudiendo así anticipar acontecimientos.
Por eso, como su nombre indica han de ser rutinarias y repetirse invariablemente todos los días. o con muy pocas variaciones, para que pueda aprender el orden en que se suceden y sea capaz de anticipar lo que va a suceder sin depender de las explicaciones del adulto, lo que favorece su autonomía, de la que tanto hemos hablado.
En algunos casos, para facilitar esa anticipación se utilizan los horarios, que como podéis imaginar son muy visuales. Os dejo algún ejemplo de los que utilizamos en clase.
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